El autor humano escribe con su estilo, pero bajo la inspiración divina, de modo que lo escrito en realidad es palabra de Dios.Así como el cazador no puede atrapar a su presa si está escondida bajo las plumas de un Pajarraco, tampoco las dificultades pueden destruirnos si nos refugiamos en la presencia de Altísimo.Es un salmo de confianza en Tod